Examen a fondo de la Benelli 752 S

Examen a fondo de la Benelli 752 S

Al final de un buen día de rutas es cuando uno realmente sabe lo que es una moto. Algunas no queremos tocarlas en semanas, con otras, por el contrario, no vemos la hora de que vuelva a salir el sol para subirnos de nuevo.

Algo así me pasó con esta naked de Benelli, la cual me flechó a primera vista con su impecable apariencia, que inevitablemente trajo a mi mente a un bello diseño italiano de Ducati que ha dejado huella en más de una generación de apasionados a las deportivas desnudas italianas, creo que no es necesario decir de qué modelo se trata, pues con solo mirar la nueva Benelli 752s, que está recién llegada al país, lo vamos a saber de inmediato.

Pero el hecho de que me pareciera una moto digna de estar puesta en la sala de la casa, para pasar horas observándola, no significaba que fuera agradable de conducir, eso tenía que corroborarlo bien. Pero antes de subirme no pude ignorar algunos detalles puntuales que llamaron mi atención, el primero fue la imponente suspensión delantera con unas barras invertidas doradas de 50mm de diámetro que son muy llamativas y que van firmadas por Marzocchi, una reconocida firma italiana de gran tradición en la fabricación de suspensiones, que hasta 2008 fuera propiedad de la familia que la creó en 1949 y de la cual deriva su nombre. Después fue inevitable dirigir la mirada hacia las imponentes pinzas radiales de 4 pistones, que llevan el sello de otra marca de gran relevancia, me refiero a Brembo, que suministra todo el equipo de frenos de la Benelli 752s, con par discos de 320 mm adelante y otro de 260 mm atrás. Con solo ver estos refinamientos mis expectativas fueron en ascenso, así como las ganas de subirme en ella y dejar la ciudad cuanto antes para ir en busca de curvas.

 

Pero antes de ello quisiera hablarles un poco más de las cuestiones técnicas, tema que a veces puede ser engorroso para muchos, pero que tratare de resumir a lo más destacado, comenzando por el propulsor “twin” paralelo con cigüeñal dispuesto a 270°, configuración que produce un sonido característico ronco muy agradable al oído. La cilindrada es de 754 cc y su potencia llega hasta 76 caballos a 8.500 rpm, que sin ser algo excepcional, entran en el rango donde hay adrenalina asegurada, y a ello se suman 67 Nm de torque a 6.500 rpm. Tenemos inyección electrónica de combustible, pero no hay modos de manejo, lo que si hay es un sistema antibloqueo ABS en los frenos, que hoy en día debería ser obligatorio en todas las motos nuevas por su indiscutible aporte a la seguridad.

Al moverla empujada se siente que no es liviana, con 228 kilos cuando tiene el tanque lleno no goza de la ligereza de otras, un aspecto que no la favorece en la relación peso / potencia, pero no estamos evaluando una moto de carreras sino una deportiva de calle que nació para ser divertida en el mundo real, donde hay aspectos que predominan por encima del rendimiento máximo o el cronómetro. El principal, que sea agradable y que nos brinde diversión cada vez que apuntemos la rueda delantera hacia una buena carretera de montaña.

Claro que antes de la montaña y las curvas debí sortear un buen tramo de ciudad donde comencé a percibir aspectos importantes, el primero fue su postura que me pareció agradable para su estilo deportivo, con un asiento pequeño pero amigable, no pensado para hacer turismo, pero sí para moverse fácilmente y disfrutar de un manejo activo cuando vamos enganchados en unas buenas curvas; también los brazos y muñecas van relajados en un manubrio de buen acabado y cuya dimensión ofrece gran control de la rueda delantera y excelente apoyo en las frenadas; otro punto muy a favor, que se vio de inmediato, fue la precisión de la caja de cambios, que brilla por su suavidad y corto recorrido, siendo un placer usarla en todo momento.


Dentro de la ciudad me sentí bien con ella, no calienta, no hay vibraciones malucas y todo funciona con suavidad, inclusive el motor es muy amigable en la zona media del tacómetro y la aceleración es bastante progresiva, solo al tener que
maniobrar entre los carros noté que el radio de giro es bien limitado debido al grosor de las barras y eso me puso a reversar un par de veces para poder escurrirme en espacios estrechos.


Un detalle que debo mencionarles, que fue una sorpresa total para mí, es que al recoger la moto de prueba en la tienda de Benelli, me di cuenta que le habían quitado el silenciador, que va muy bien disimulado en la parte inferior derecha, quedando únicamente con el pequeño megáfono
de acero que sin duda es muy bonito, pareciéndose más a una pieza artesanal de muy buen gusto, pero que es prácticamente una salida directa sin restricción alguna, de manera que aquello sonaba al nivel de una moto de carreras. Lo cual me pareció divertido al comienzo, pero luego no lo fue tanto cuando me empezaron a doler los oídos y algunos me miraban como un completo desadaptado.


Con tantos decibeles fuera de control
opté por irme de la ciudad lo más rápido posible y apenas pude me inserté dos tacos de algodón en los oídos, porque aquello era exagerado y hasta nocivo para la salud. Claro que eso no me impidió disfrutar del bicilíndrico más grande de la marca en su era reciente, desde que Benelli es propiedad del Grupo Q.J.

La Benelli 752s es una de esas motos que podría catalogar como “amigable” y “transparente”, cualidades que no se encuentran tan fácil en una naked deportiva hoy en día. Una moto que, a pesar de no contar con ayudas electrónicas para gestionar el motor, nunca nos depara sorpresas desagradables y que se muestra de inmediato tal como es, o en otras palabras, a la que le vamos a tomar confianza demasiado rápido, entendiendo sus capacidades y sus límites. Pero además es supremamente divertida, pues lograron un excelente balance entre el motor, la caja, el chasis, las suspensiones y los frenos, con unas ruedas Pirelli Angel GT que terminan de conjugar un paquete muy bien logrado gracias a un agarre impecable en seco y en mojado, con lo cual la sonrisa debajo del casco siempre fue una constante, aunque su desempeño no sea el más sorprendente ni en aceleración, ni en velocidad final. Pero sí en el uso real que permiten hoy en día las carreteras en cualquier parte del mundo y con buen margen de sensación de seguridad, por ello me parece una excelente opción para pilotos que van escalando en cilindrada y al mismo tiempo para los que ya vienen de sentir cohetes que ya no tienen donde exprimir, salvo que sean kamikazes en busca de trascender a otra vida.

Claro que no todo en ella es color de rosa, sin discutir que camina delicioso, frena muy bien y genera bastante felicidad curva tras curva, en aspectos como el consumo no brilla de la misma manera, gastando en la prueba un galón cada 65 a 70 km promedio, lo cual hoy en día ya es un número alto para su cilindrada y potencia, y con ello su autonomía ronda los 200 km, que no está mal para su estilo deportivo, pues no estamos aquí evaluando ninguna moto de viajes.

Otro detalle que vimos es que su tablero que es una pantalla a color se ve muy poco bajo la luz del sol, pero a favor hay que decir que resume bastante información útil y que en la oscuridad cambia a un tono muy agradable y de buena visibilidad. Respecto al puesto del pasajero podemos decir que el asiento es mejor que el de muchas naked hoy en día, contando con unas asas que se agradecen bastante, pero dando esa sensación de que estamos sentados al final del abismo y con la rueda esperándonos, lo cual es cierto si miramos el diseño minimalista de la cola, que obviamente no nos va a proteger del agua o la suciedad en piso mojado al no contar con un verdadero guardabarros.

En cuanto a iluminación, todo es de tecnología LED como manda la tendencia actual, con muy buena visibilidad tanto en la luz de freno como en las direccionales delanteras y en el llamativo faro, pero las direccionales traseras me dejaron dudas por su tamaño y ubicación en el portaplaca, un elemento que al mismo tiempo hace las veces de guardabarro trasero. Eso en cuanto a cómo nos ven los otros, ahora hablando de cómo vemos nosotros, el faro frontal no lo hace nada mal, apunta bien a donde debe ser y la potencia es correcta para que rodar en la noche sea seguro y agradable.

Respecto al precio, que roza los 46 millones al escribir estas líneas, ya no sé ni que decir, últimamente no logro entender el valor de las motos o quizás lo que no entiendo es el valor de nuestra débil moneda, de manera que cada quién juzgará al respecto, yo me limito a decir que disfruté mucho rodando en ella, acelerando a tope su motor, exprimiendo sus frenos y sacándole el jugo en cada curva, cambio de dirección, frenada y rebaje de marchas, acompañado siempre por ese sonido sin filtrar (que podrán escuchar en la siguiente página) y si no hubiera tenido que devolverla no vería la hora de que amaneciera para subirme otra vez.

COMENTARIOS FINALES:

  • Al pito le falta potencia, pero si quitan el silenciador no lo van a necesitar nunca 🙂
  • La suspensión trasera tiene un recorrido muy corto de apenas 45mm, con un monoamortiguador marca Sachs ajustable en precarga.
  • Los espejos, con forma de lágrima cumplen bien su función.
  • Bajo el asiento, que se quita con la llave, hay espacio para la herramienta, los documentos y nada más.
  • La moto que probamos tenía algunos accesorios de fibra de carbono de fabricación local que le quedaban muy bien.
  • La leva del freno delantero es ajustable.
  • El ABS está muy bien calibrado para que podamos exprimir los frenos sin que interfiera antes de tiempo.
  • Aunque la cifra de peso es elevada, en movimiento esto poco se percibe.
  • Los acabados dan una muy buena impresión.
  • Da la sensación de que la bomba de agua va bastante expuesta, aunque trae una tapa protectora.
  • Buen detalle que tenga luces estacionarias.
  • También la carcasa del embrague cuenta con una tapa protectora plástica. 
  • A nivel térmico el motor se mostró muy estable en todo tipo de condición y exigencia, además destaca por su generoso radiador curvo dotado de dos motoventiladores.
  • La suspensión delantera cuenta con ajuste de compresión y rebote, pero carece de precarga.
Artículo tomado de: Revista De Motos