10 prácticas de conducción que cuidan la motocicleta, la gasolina y la vida

Como propietario de una motocicleta querrás darle un buen manejo, a tu bolsillo y, por supuesto, a tu seguridad. Así que, si eres de los juiciosos con el mantenimiento, piensa además en el modo de conducir.

Las buenas prácticas de manejo ayudan a tu vehículo a dar su máximo rendimiento y te darán la tranquilidad de viajar seguro. De la mano de nuestro experto Ramón Giraldo, coordinador de Investigación Postventa en Auteco, hemos seleccionado algunas que pueden hacer la diferencia para alargar la vida útil de tu motocicleta y ahorrarte dinero en daños que puedes prevenir.

  • En la zona urbana no es necesario acelerar tan fuerte, pues aumentar las revoluciones puede provocar desgaste prematuro del motor y mayor consumo de combustible. Recuerda que en la ciudad lo más seguro es que debas detenerte a una distancia muy corta, así que lo que ganas en velocidad lo pierdes en seguridad, gasolina y desgaste de tu vehículo.
  • Tu motocicleta agradecerá que mantengas una velocidad lo más constante que puedas. Así no tendrás que dar frenadas bruscas o aceleraciones muy grandes, lo cual ayudará a alargar la vida útil de tus frenos y neumáticos.
  • Mantener una presión adecuada en los neumáticos es básico, no solo por seguridad sino también porque si no llevas la presión indicada en el Manual de propietario, la motocicleta se tornará inestable y se puede incrementar el consumo de gasolina adicional.
  • Una buena práctica de conducción es utilizar los retrovisores y las luces direccionales. Aunque esto no va a disminuir el consumo de gasolina, son indispensables para cuidar la vida del conductor y los demás actores viales.
  • Un error frecuente es querer tener o manejar una moto mucho más grande o pesada de lo que se puede controlar, sobre todo en motociclistas principiantes. Debes tener en cuenta tu peso y estatura con relación al tamaño y peso del vehículo para lograr un equilibrio entre ambos, ya que la postura del conductor y la distribución de su peso deben ser las adecuadas para tener una conducción segura.
  • Arrancar la motocicleta con una baja revolución del motor es una excelente manera de cuidar la vida útil de tu motor. Es recomendable no esperar a que se revolucione mucho para introducir los cambios. Además, esto te dará un rendimiento extra de combustible.
  • Una de las piezas fundamentales y que más cuidado requiere es el embrague. Por eso, es recomendable no arrancar accionando el embrague muy fuerte para no propiciar el desgaste prematuro.

En el frenado es importante asegurarse de tener una efectividad de 70% en el freno delantero y 30% en el freno trasero en vías asfaltadas. Es decir, el freno delantero es el que más se utiliza ya que este es el encargado de detener toda la inercia de la motocicleta. Por el contrario, el freno trasero solo se usa para asegurar la estabilidad. En los momentos en que sea posible, es recomendable disminuir la velocidad antes de frenar para que esta acción no sea tan exigente. Cuando se frena a menor velocidad, se requiere menos presión de lo normal lo cual amplía la duración de este sistema. En terrenos escarpados o no asfaltados el porcentaje de distribución de la frenada cambia. Se debe tener más control sobre la tracción en la rueda trasera y es el freno con el que más se juega en este terreno.